ACTO PREMIO VIGUESA DEL AÑO
Lo primero agradecerte, Marian, la invitación que me has hecho para que venga a contar mi experiencia, a la Secretaria Xeral de Igualdad por estar en esta entrega, y a todos los que estáis acompañándonos y, en especial, a mis amigas/os y familiares, a los que he sentido a mi lado, apoyándome en todo momento.
Y por supuesto, a ti Rosa; No hay palabras para expresar mi agradecimiento a todo el equipo de tu unidad, el cual he tenido la suerte de conocer, durante todo este año.
Os sorprenderá, pero era la primera vez que iba al Mexoeiro, y aquella mole blanca, con un parking a rebosar de coches, que asustaba solo verlo, se convirtió, de repente, en el lugar más acogedor que nadie puede imaginar. Y eso lo hizo el personal de la unidad de mama, ese que tu tan bien coordinas; me ayudasteis, me arropasteis (y todavía me arropáis en mis revisiones) como si fuera vuestra única paciente: desprendéis cariño, tranquilidad, experiencia y una gran seguridad, os implicáis con cada una de nosotras y eso hace que este proceso que no suele ser fácil de asumir por la paciente, y que despierta el miedo lógico al oír la palabra: cáncer, lo hagáis pasar de la mejor manera y en el menor tiempo posible.
Rosa, Todo el personal de tu unidad es fantástico: secretarias, técnicos de rayos, radiólogos, cirujanos, ginecólogos, oncólogos, enfermeras, auxiliares, psicóloga, fisios…. (espero no olvidarme de ninguno)… Todos formáis un equipo ejemplar, con unos medios técnicos a la última y afortunadamente os tenemos aquí en Vigo. Y todo eso no se consigue de casualidad y sin esfuerzo… Detrás de todos ellos y de todo lo que conlleva, estás tú, asi que de nuevo agradecerte, que este último año que, supuestamente tendría que recordarlo como algo malo a olvidar, lo vea como todo lo contrario, como un año que me ha hecho fuerte, y que me ha dado la oportunidad de conoceros a todos, a todo este personal maravilloso, maravilloso por vuestra aptitud y conocimientos pero sobre todo por vuestra actitud, actitud con C, esa tan necesaria (pero tantas veces olvidada) en todas las profesiones pero mas importante, si cabe, en la que vosotros elegisteis.
Espero que todo el resto del personal me entienda y no le parezca mal, (no lo creo tal como sois) porque quiero hacer una mención muy especial a alguien que, todas las que pasamos por la unidad de mama, conocemos y queremos como si fuera nuestra mejor amiga, y esa es nuestra queridísima enfermera Ermitas; La paciencia y el cariño con el que nos trata, la dedicación que pone a cada problema, a cada duda de cada paciente, es admirable. Yo que soy creyente, siempre pienso, que Dios me mando la enfermedad y el ángel a la vez, para ayudarme a sonreír cada día a pesar de haberme extirpado las dos mamas, y ese ángel es (o eres si está en la sala) Ermitas.
Y también quiero rendir un homenaje póstumo a una amiga, a otro ángel que tuve a mi lado y que conocí también gracias al cáncer. Ella me ayudó anímicamente muchísimo, y no solo a mí, sino a otras muchas enfermas de mama: Anxela Gracias por tu manera de ser, tu empatía y tu increíble resiliencia. Gracias Anxela, siempre te tendré en mi corazón y con tu ejemplo me ayudarás a disfrutar la vida como tu lo hiciste, hasta el último momento. Ojalá yo pueda ayudar y animar a otras pacientes que sufren esta enfermedad, como tu lo hiciste conmigo.
Y A todas las que estáis aquí, tranquilizaros si en algún momento sentís miedo de poder ser la próxima…. Tenemos a esta grandísima unidad dispuesta a atendernos en cualquier problema, asi que haceros las revisiones periódicas y si algo detectan o detectáis, dejaros en sus manos: lo van a hacer de maravilla, no lo dudéis! Y por supuesto aquí me tenéis para con mi poquita experiencia, animaros y estar a vuestro lado, si algún día lo necesitáis.